abril 07, 2009

Mientras trabajo.



Mientras trabajo, exijo un poco de amor clandestino. En mi soledad existe un papel irreconocible llamado libertad ocasional. No soy bueno encontrando mujeres, mas ellas lo hacen primero. Así tengo un buen prontuario, pero no es más que palabrería sin sentido. Acumulada por saber si mañana subiré al metro dispuesto a fijarme en los ojos de alguna. Correr, es lo que me falta para sentir. No les digo que estoy desesperado por concretar algún pasaje nuevo en mi historial, simplemente tengo demasiadas ideas sin realizar.
Comprendo perfectamente la vida. Ni muy porfiado de rostro, mas mis defectos son risibles a la primera fijación. Mirarme con toda honestidad implicaría complicidad desde el primer instante. Eso es lo que falta para sonreír. Un crimen a la aspereza de no conciliar compañía. Un fatídico sábado al mediodía para dejar, un miércoles plagado de viajes. Sin más que cigarros y preguntas aleatorias sobre fuego fingido, admirando sus manos mientras mis pulmones culposos me gritan que acometa alguna otra forma de contacto intersexual. Quizá estén tan cansados como yo de la misma rutina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te ha cautivado la lectura no dejes de comentarla!

Cambienla por otra ¿Otra? Sí, y de las mismas