agosto 15, 2010

La junta.


(Pensamientos relámpagos surgen entre voces normales del ensueño. Debería escribir algo. Sobre el día, la noche o la cuenta final de autos chocados. Debería recordar éstos como un acercamiento, como un entrometimiento voluntario). 

Fin de semana atareado. Tardanza involuntaria, untaría la lila ahumada por la gloria. Iría entre trenzas caballunas, una  bien hilada y la otra enredada, edad madura y extensa, ensalzadas las Marías, ascendieron y las vi. Vieron cuatro pájaros de buen agüero. Pero la Felonía se apoderó del espectáculo en el cielo. Lo escucharon en todos lados. Hados llegaron y molestaron sin causar mayores daños. Años de diferencia entre el primer danzante y la ronda acompañante. Ante la idea compleja, lejanía en sus destinos. Nos veremos en otro camino, y no en una colina alta, si no a volar a Punta de Tralca. (¿Alcanzarán a llegar las paces?) ¡Mi latir a llegado a niveles insospechados! Al caer en la cuenta, he dormido sin dar la vuelta. 

(¡Quien se hubiese atrevido a decir que el número yeta, formó risas completas, atavíos hundidos y escollos perdidos!)

Pd: A mis queridos primos asistentes de "la junta". Búsquense con cuidado en el texto, están todos metaforizados de alguna manera u otra.

Cambienla por otra ¿Otra? Sí, y de las mismas