agosto 28, 2008

Morir de forma violenta.


No es menester de un hombre morir de forma tan violenta,
tan violenta como una pistola, como un vendaval de errores.
como una pistola sedienta de desperdicios vitales.
tales como una historia absuelta por metros de obscuridad.

no es de los pajaros caer sin plumas al peor de los suelos.
el duelo de quienes miraran la bandada sin su lider.

hiciste llorar al cielo para avisar que no volverías.
hiciste llorar a todos los muertos al visitarles.
no volverás de tus sentidos perdidos, de tus perceptivos sentidos.

nada de ti volverá a volar, ni respirar.

no era tu hora, y llegó tan rápido como una salada de mar.
junto a ti cantan los peces y gaviotas en altamar.

sin alas, eres un globo pinchado.

A Pablo Campos Palma. (Q.E.P.D)

agosto 26, 2008

sin perdón.(para santiago en 100 palabras)


En el metro la conocí. Le dejé en su bolsillo un papel con mis datos, mientras salía de la mano de su padre. Nos hablamos a la tarde. Valentina era su nombre.
Al año siguiente la llamé para su cumpleaños. Tenía un hijo y trabajo. Al parecer se iría a casar.
Nunca estuvo de acuerdo con mis deseos de estudiar en Concepción.
Su hijo se llama Ignacio, como mi padre y mi abuelo. A mi me dicen nacho.
Ahora estudio en Santiago.

agosto 13, 2008

mi cordillera.


Como si no hubiese cumbres que nevar; lagos a quienes lloverles el alma o alguna playa confundir con desolación florida. No existiría percepción obsequiada por el caminar de tus olores. Más que adjetivos y modificadores a nombres que suelen mirarse y contentarse de su gloriosa denominación. Son antes que eso: gigantes de gorros nevados de optimismos; sierpes contaminadas de fugaces bienvenidas perdidas; calles intoxicadas con atrasos y augurios; tristezas incumplidas de sueños malsanos.

Ni la cordillera, los ríos o simples atoramientos sentirán odio hacia tu persona. Lograr desdibujarlos y replantearlos de formas entretenidas. Debería ser juego nacional, país de poetas.

Nadie cree poder entenderlo, ser grande para que todos pudiesen verte, sin poder siquiera tu cola, o a tus parientes norteñas. Quieta como tú, sólo puedes ser. Dedicas tus días en contar aviones, nieves, derrumbes y accidentes.

Nadie puede ver la soledad en tus abrazos, en tus olores a desierto blanco. Ni sentir tus llantos, su increíble furia. Inmovilidad no implica esterilidad

Soy hombre de muchas palabras, de miles de ellas. Y mudo.
Cambienla por otra ¿Otra? Sí, y de las mismas