abril 04, 2009

Mi perro es drogadicto


Juan, mi vecino, tiene un perro. Es globalizado, es decir, su estirpe es de dudosa prodecencia.

Un día los vi en su paseo matutino, el que hacían justo después del desayuno. Me fijé que al pobre Boby le salía espuma por la boca, tenía los ojos hinchado y se tambaleaba sin encotrar rumbo.

Tiempo después, el panorama empeoró en todo sentido. Juan cayó en una profunda depresión. Su fiel amigo no llegaba a casa y se juntaba con los perros callejeros. Vi al can inyectarse dogchow. Le conté a mi vecino, pero a él no le importó nada. El animal había cambiado desde el día que conoció a una perrita callejera.

Por todo eso, tomé una drástica decisión: inspirado en las mascotas del barrio, en especial la de Juan, ocupé mi máquina del tiempo e impedí que Boby tuviese hijos.

nota del editor: La idea detrás de esta historia es encontrar la "moraleja". si usted logra identificarla, hagalo saber en el sector "comentarios".

2 comentarios:

  1. Moraleja: No "calentarse" la cabeza con los perros... y dejar que "vivan" su vida (o no?).

    ResponderEliminar
  2. mmmm y a que hora conchatumare vay a poner una de mis increibles historias a? ....exijo un espacio en tu blog si no quieres que empiese a gestar el mio ,que tendra solo como objetivo principal destruir el tuyo ....asi que piensalo kaliski piensalo muy bien ....
    a conosi a la nadia asi se llama la loca jaja..xaop ta weno el blog ...deja de fumar tanta pasta base ,pasta de sapatos ,pasta de pulir,pastas magy ...y todas las pastas culiao ...ya nos vemos...



    pensaste que mi primer comentario tendria coherencia ....a...a..pensaste mal jaja








    xao larga vida ......la mejor leche !!!


    hugo

    ResponderEliminar

Si te ha cautivado la lectura no dejes de comentarla!

Cambienla por otra ¿Otra? Sí, y de las mismas