que
el cielo era distinto, que el tinto
era
más rosado y que el blanco más gris
y
que todo lo demás era diferente,
la
gente ya no se cae en parapente
ni
helicóptero ni nave submarina de harina.
Todo
es distinto, ahora las pingüinas vuelan,
y
las gaviotas nadan, antes nadan nada
ahora
nada nada la gaviota.
Pero
esto no es sobre la gaviota que nada
hace
ni nada nada, sino de la pingüina, que vuela
y
vuela como gacela (recordad que todo es
distinto
ahora) en busca de su gacelo.
Entonces,
como todo es distinto y diferente
me
atreví a ganar terreno como un demente,
al
menos eso dirán ustedes al oír la propuesta
que
se muestra sin sol ni tiesta en la especie
especial
que aquí les habré de nombrar y
contar.
Con tal de que me sigaís leyendo
diré
por momento que ave nadadora ya no es
sino
que voladora y cantora, ¿es que no la oyes?
De
frack, como galleta y atuendo de prenda blaquinegro
como
alumno medio y como serviciente.
¿Lo
habré dicho despectivamente?
Hoy
es el día de la Pingüina, esa que ya es distinta
que
hizo que todo sea diferente e impaciente.
A
esa ave que ya no es sureña ni norteña
ni
oesteña ni esteña, es del centro, del epicentro
y
del concierto y desconcierto.
Llegó
el día en que las pingüinas vuelan,
¡Ya
verán cuando los chanchos las alcancen!