Soñé que nacíamos en otros barrios, de otro país, con otro lenguaje y con otras familias. Teníamos otros nombres, con otros apodos y otros cuerpos. Comíamos otras cosas y gustábamos de diferencias distintas. Corríamos de otro modo, con zapatos de otras marcas, con calcetines de otros colores y gorros que cubrían otras orejas. Paseábamos por otros parques, hablábamos de otras cosas y reíamos de otros chistes.
Al detenerte de otra forma, me dijiste con otro tono que me querías de manera singular y distinta. Yo te atendí con otros oídos y al reflexionar con otra mente, brotaron otras palabras. Me miraste con otros ojos, a mis otros ojos y me respondiste de forma singular y única.
Yo no soy otra, soy tu misma y tú eres el mismo, mi mismo.