
Cuando las alas se cansan a medio vuelo, la visión se nubla, se vuelve compleja por entero. El ánimo se vuelve protagónico y el descanso un consuelo. La altura desciende, el frío se vuelve enfermo.
Cuando las alas se cansan a medio vuelo, el oxígeno se agota, las palabras se estiran a media mota. El paladar se vuelve seco, el pensar se absorbe por completo. El espectador se mantiene atento.
Cuando el hombre se cansa a medio vuelo, cae sin rumbo ni ansuelo.

No importa si te cansas a mitad del vuelo, a mitad del cielo, entre realidad y anhelo. Para volar, solo es necesario evitar el suelo.
este lo leí por primera vez cuando mis alas estaban cansadas. y me gustó (:
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