mayo 18, 2009

Un montón de montones amontonados en montes montados.

Buscando entre el baúl de mis porquerías (de sentido figurado, no tengo un baúl, pero sí porquerías), encontré lo siguiente:


La sinceridad de una hoja otoñal. Me resisto a creer en la soledad. Vivir como te he visto. A cada paso un árbol de lluvia, en cada gota una nube, en todo momento una señal. Diez y pocos para el fin.

¿Dónde volarás ahora? No dejes de volver. Si ves en tu viaje a mujer más hermosa, soy el más grande de los mentirosos.

No me acuerdo cuando lo escribí, para quien fue o cual era la intención de esto. Pero estoy seguro de la sinceridad de estas palabras. Tanto así que me ha hecho recordar esto otro:


Oda a Altazor.
I
Vuelas con el viento que sostengo en tus alas.
Eres parte indiscutida del caer de mis palabras,
Paracaídas de sinrazones, de tibios corazones.
Eres tú, elévate ante los ojos celestes,
ante miradas boquiabiertas de ilusiones
Frente a miles de horas malsanas
Sedienta de propias entidades
Que respiran en tus oídos.
Vas lento buscando camino.
Errante entre fuego y lluvia
Vislumbras los hitos celebrados,
Aguardas con tu paciencia infinita
aguardas con tus abiertas lunas,
A una respuesta que guíe en tu camino,
A otro que es viscoso y seguro
Que dejó de ser piedra para olerte
que dejó de ser aire para abrazarte
que corrió mil veces para sentir
lo inevitable.
Vuelas con el viento que sostengo en tus alas.
Convertirme en letras fue tu primera camada.
¿Qué serías sin tu racha protectora?
Sin tu racha vengadora,
Sin tu racha bienhechora
Sin tu racha amadora.
Caerías sin racha voladora
En brazos calzados de bondad
Enmarañados de fuertes brisas
De temibles deseos soñados
II
De las tuyas, detuvo mi andar, una pluma.
Es aquel mi deseo, devolverla a los cielos
Devolver el tiempo a cero.
Devolver mis alas al viento
Devolver lo que no es nuestro.
Sembrar todo de nuevo.
Y me queda esperar,
Entre montes tallados de paciencia,
Entre lagos encantados de proezas,
Entre llanos versados de promesas,
Ven, aquí espera tu aterrizar.
En mis piernas descansará tu abadía.
Ven, en mis comisuras guardaré tus miedos
En un espejo, sin pensar volaremos
Para aprender a caminar seremos.
De la tierra, lanzo una preguntona,
Si vieras a este minúsculo enarbolado
Si vieras su mensaje camuflado
Su mensaje ensangrentado
Su mensaje malogrado
Su mensaje esperanzado.
Su mensaje en tus manos.
Que son alas de hados,
Sabrías que no he jugado.
He aquí tu pluma, tu paracaídas de sinrazones
Sin enramar de tu pecho,
Tibia de corazones.
Búscala, búscame sin temor.
Esperaré en mi caparazón.
En mi capa de pasión.
A ti, mí querido Altazor.

A raíz de esto entendí el porqué de mis siguientes lineas:

-Auto retrato

Si tus ojos me vieran, sin duda notarias.
Ni los alfileres han podido ser más delgados,
Ni las aves más sombra han dado con su nariz.
Si pudieses leer de mi, estarías al tanto.
Ese kuchen sabroso que mordisqueamos sin espías,
Aquel gentil vendaval penquista que cuela el olfato.
Y un tal milagroso desierto tapizado.

He aquí un desconsuelo a tu espera,
Un don que recita a Parra,
Que se menea con Rojas,
Y desvela con Vicente.
Impulsivo hasta la muerte
Y amante del agua
(De arriba hacia abajo)
Albatros es mi identidad secreta.
No se lo cuenten al viento.
Me sientan los placeres como a un niño las gomitas.
En si, soy como un niño comiendo gomitas.
Tomando leche en cajita,
Y corriendo descalzo en la arena.
Han osado decir egoísta hacia mi persona.
Frío y no frío. Tibio.
Quizás a veces demasiado tibio
Como para entender el frío.
Olviden lo del frío.
Es decir, es pero no es.
También digo una cosa por otra.

De lo que me enseño Nicanor.
Son los trabalenguas.
Y Gonzalo la temporalidad.
No soy tan simple.
Pero a veces, Solo a veces
Corro sin dirección y caigo de risa.

No soy fiel compañero de animal domestico alguno.
Me cargan las correas y la comida desabrida.
Las peras, las moras rojas, las frutas en general,
Y de generales no me hablen, háblenme de Víctor,
De Violeta, de un Gato, o de un brebaje Mistral.
De la poesía y de la anti con gusto escucharé.
Leeré, parafrasearé, y comeré Rokhas inclusive.
Pero al hambre derrotaré con estos aliños,
Eternos, sabrosos y muy apetecidos a la memoria
De quien tenga el privilegiado placer,
De acompañarme a la cena esta vez.



Después de todo esto, me quedé dormido.

1 comentario:

  1. Antes que nada, si tienes un baúl, y ese es tu pieza, no es que diga q tu pieza es una porquería, perosi un baúl lleno de recuerdos....

    Esto que acabo de leer, es como leer un diario de vida, ver un antes y un nuevo tu...leer algo que escribiste en tu pasado, y luego leer algo q escribiste a partir de una experiencia (Altazor)...Hablo de que lo último es del nuevo tu, ya que, a pesar q lo escribiste luego de leer altazor, lo acabas, o no, eso no lo se, pero recuerdo q no es igual al que leí yo, asiq dedusco que lo modificaste hasta hace no mucho...

    Es como leer a partir de una linea de tiempo, viendo la evolución de las cosas...

    ¬¬ viste que me hablaste por msn y me desconcentraste, se me fue lo que te iba a escribir ¬¬!...aver si recuerdo....mmmmmmm, pucha, no, pero no es mi culpa, que conste....

    es imposible seguir escribiendo....no paras de hablarme, y pensar q yo creía que yo hablaba mucho xd

    otro día te escribiré con mas calma...cuando deje de ver la ventanita naranja parpadeando debajo de la pantalla xd

    besos

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