mayo 29, 2009

Fragmento.


Recuerdo la lluvia de ese día de junio. Amenazante como siempre, mostraba empatía conmigo a diferencia de otros días. Era otro día gris en la ciudad del smog. Era otro día de almuerzo familiar y una extraña sensación molestaba mi caminar. Mi hermana no había podido llegar a la cita estipulada, eramos mi padre y yo en algún restaurant del centro de la capital.

La molestia que sentía al caminar se hizo cada vez mayor al darme cuenta de la cercanía del comedor con el edificio de departamentos que tantos recuerdos negativos me traía. De forma ingenua creí un encuentro fortuito con aquella persona. Uno milagroso, el cual acabaría con un año de silencioso conflicto.

Así fue.

Le pedí a mi viejo sentarnos en una mesa pegada a la ventana, de esta forma vería si por la calle aparecía aquella silueta.

Y así fue.

Tenía todo listo para mi escape, bajar las escaleras corriendo, llegar de manera casual a la reunión y con un simple "hola" arreglar todas los escollos de los años anteriores. Para cuando tuve la necesidad de hacerlo, ya estábamos en el café.

No recuerdo de la conversación sostenida, después de aquel choque emocional, con mi padre. No recuerdo qué excusa le inventé para explicar mi súbito escape. Mi agitación y falta de concentración no eran tema importante, de esta forma, mi secreto sólo atormentaría a mis pensamientos.

Nuestras vistas chocaron donde la vereda se transforma en valdosa y la propiedad pasa de pública a privada. Le dije por su nombre. Me miro fijamente, al parecer no creía lo que estaba sucediendo. Mientras me hacía el quite con sus pasos perfectos, mi estómago se retorcía al verla cada vez más distante. Se detuvo a una distancia prudente y de sus labios explotaron las siguientes palabras: "eres la mierda más asquerosa del mundo".

Y yo me lo creí.

1 comentario:

  1. Anoche ya lo dije todo sobre el texto, espero no haya quedado ninguna duda sobre eso....

    Me faltó decirte algo, pero como te juré solo te diría una cosa...
    yo no te retengo nunca, siempre te vas cuando quieres, y no trates de hacerme creer que contigo haré lo mismo q con mi amigo, de retenerte...yo no te retengo nunca. Si te quedas, es porque así lo quieres, pero siempre te vas.

    No trates de forzar algo que ya es inevitable.


    Besos.

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